Los subsidios a los energéticos que otorga el gobierno de México, específicamente a las gasolinas, han propiciado que las personas paguen un precio artificialmente bajo y han sido una forma ineficiente de ayudar a las personas de escasos recursos, afirmó el subdirector de Asuntos Fiscales del Fondo Monetario Internacional (FMI), Paolo Mauro.
La mayoría de las personas que conducen los automóviles se encuentran en los niveles de ingresos altos, por tanto, no están asistiendo a la gente pobre y sí están distrayendo recursos que de otro modo podrían dirigirse a apuntalar sectores afectados por la pandemia, como el de la salud y el de la educación, comentó.
Esta observación es buena para México y para todos los gobiernos que han optado por los subsidios a los energéticos como una vía para intentar frenar los aumentos en los precios, acotó.
Observó que una estrategia que otorgue pequeñas cantidades de efectivo a las personas de menos recursos resultaría mucho más eficiente para ayudar a la población vulnerable.