La Bolsa de Nueva York se derrumbó en la apertura este lunes, ante temores de los inversionistas de una desaceleración de larga duración de la economía mundial por el fuerte incremento de afectados con el nuevo coronavirus fuera de China.
La aceleración de la contaminación en los últimos días hizo caer al euro y las bolsas, sobre todo en Europa, donde París y Fráncfort cayeron más de un 3% durante la jornada. La Bolsa de Milán perdió 5.43%.
Sobre las 14:55 GMT, el Dow Jones perdía 2.64% y el Nasdaq, de fuerte componente tecnológico, 2.88%.
El S&P 500, que representa a las 500 empresas principales de Wall Street, cedía 2.48%.
El bono estadunidense a diez años caía 1.369%, frente a 1.471% del viernes, una señal del interés de los inversores por los activos considerados más seguros.
Una caída de las tasas en el mercado de los bonos refleja un alza de sus precios y, por tanto, una subida de la demanda.
Algunos observadores se mostraban preocupados al ver cómo la tasa de los bonos a diez años quedaba por debajo de los bonos a dos años, que también cayeron mucho.
Ese fenómeno, conocido como «la inversión de la curva de las tasas de interés», se ve como un indicador de una posible recesión.
El oro, considerado como un valor refugio, ganaba por su parte cerca de 2%, alcanzando su máximo desde 2013: 1.675,74 dólares por onza.
Wall Street ya había cerrado en rojo el viernes, afectado por la incertidumbre que persiste alrededor de la epidemia y los indicadores decepcionantes sobre la economía estadounidense. Durante la semana pasada, el Dow Jones había perdido 1.4%, y el Nasdaq 1.6%.
Las organizaciones internacionales temen el alza del número de casos de nuevo coronavirus fuera de China, especialmente en Corea del Sur, Irán e Italia, donde se registraron cinco muertos y 165 casos de contagio.
El euro se depreciaba el lunes hacia el nivel de 1.08 dólares, mientras que el dólar australiano se hundió a un nuevo mínimo de 11 años, ya que la acelerada propagación del coronavirus fuera de China hacía temer una pandemia y llevaba a los inversores a preferir la divisa estadunidense.
El yen y el franco suizo operaban con pocos movimientos, lo que resaltaba cómo el dólar se ha vuelto la moneda preferida de los inversores. Se considera a la economía estadounidense la más blindada si el virus daña a la economía global.
El euro se depreciaba un 0.3% a 1,0805 dólares, cerca del nivel de 1,0778 dólares de la semana pasada, un mínimo de casi tres años.
El índice dólar ganaba un 0.1% a 99,562, cerca del máximo de 99,915 que tocó la semana pasada.