Por primera vez en la historia de Tanzania, una mujer se convirtió en la primera presidenta del país de África Oriental: Samia Suluhu. Fue tras la muerte de John Magufuli, quien perdió la vida por complicaciones cardiacas.
Según las leyes de la República, en caso de que el mandatario muera, asume el cargo el vicepresidente. Y así se hizo historia.
Quien asumió el poder el pasado 19 de marzo, deberá cumplir con el resto del mandato cuatro años más (ambos habían sido reelegidos el 28 de octubre para continuar con las funciones que asumieron en 2015).
“Puedo asegurar a los tanzanos que nada irá mal durante este periodo. Empezaremos donde terminó Magufuli“, expresó Hassan durante un corto discurso, “seamos pacientes y unámonos para avanzar”.
Mama Samia, como es conocida por la mayoría de los ciudadanos, es la primera presidenta de su país, la segunda en estar actualmente en el poder en un país africano, junto con la etíope Sahle-Work Zewde, y la tercera en presidir una nación africana.
Samia Suluhu Hassan también fue pionera en ocupar la vicepresidencia en Tanzania, pues dicho cargo solo había sido dirigido por hombres, hasta el año 2015, cuando apareció como la compañera de fórmula de Magufuli, superando a varios políticos destacados del partido Chama Cha Mapinduzi (CCM).
Con 61 años, inició su vida política en el año 2000, pero fue hasta el 2014 cuando su carrera se catapultó, como vicepresidenta de la Asamblea Constituyente, que fue creada, además, para escribir una nueva Carta Magna.
Y fue ahí donde demostró ser una buena lideresa, al manejar con serenidad y de manera acertada temas complicados, como lo fue uno de los brotes más fuertes del Ébola, durante ese mismo año.
Uno de los retos a los que se va a enfrentar con su llegada al poder es el coronavirus, pues su país es de los más golpeados por el número de contagios de lo que ellos llaman “neumonía”, y de lo mismo que se sospecha murió Magufuli. Él era un fiel creyente de la religión católica y pidió a sus connacionales que hicieran oración, decía que Tanzania se encontraba protegida por Dios.
Por ello no se tomaron medidas sanitarias para prevenir contagios y muertes por Covid-19. Ahora la expectativa es qué nuevas medidas tomará la Presidenta. ¿Podrá detener de manera astuta al virus que está afectando a su nación, o continuará minimizando la pandemia como lo hizo su mentor y antecesor?