Rusia comenzará los ensayos de un tratamiento con anticuerpos para los pacientes con COVID-19 el próximo año, dijo el lunes el jefe del instituto de Moscú que desarrolló la primera vacuna del país contra la nueva enfermedad, la Sputnik V.
Alexander Gintsburg, director del Instituto Gamaleya, fue citado por la agencia de noticias RIA diciendo que esperaba que las pruebas de la nueva medicina basada en anticuerpos comenzaran en el otoño boreal del 2021.
“Espero que los ensayos clínicos comiencen en otoño (boreal)”, dijo. “Necesitamos desarrollar este fármaco utilizando varias tecnologías al mismo tiempo, que es algo que se está haciendo en este momento”.
Rusia ha estado pidiendo a los pacientes con COVID-19 que donen plasma sanguíneo, que es rico en anticuerpos, para la investigación.
Este año, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue tratado con un cóctel de anticuerpos experimentales para COVID-19 producido por la farmacéutica Regeneron Pharmaceuticals Inc.
Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunológico del cuerpo que se adhieren y neutralizan un virus invasor. El cóctel de Regeneron contiene un anticuerpo elaborado por la empresa y un segundo aislado de humanos que se recuperaron del COVID-19.
Gintsburg de Gamaleya afirmó el domingo que la nueva medicina rusa estaría compuesta por “anticuerpos monoclonales”, versiones modificadas genéticamente de los anticuerpos que se encuentran en el plasma sanguíneo de quienes han estado enfermos con COVID-19, informó la agencia de noticias TASS.
La semana pasada, Rusia dejó de aceptar nuevos voluntarios para su principal ensayo en humanos de la Sputnik V, y los desarrolladores dijeron que no era ético administrar un placebo a los participantes ahora que la inyección estaba disponible para el público.
El país comenzó a inocular a un pequeño número de personas en grupos de alto riesgo poco después de otorgar la aprobación regulatoria a la vacuna en agosto. Lanzó su prueba a gran escala en la etapa final en Moscú el mes siguiente. Desde el inicio de la pandemia, Rusia ha registrado más de 3 millones de infecciones y 55.000 muertes