El rey Abdalá II de Jordania tomó la iniciativa de intentar una mediación con su hermanastro, el príncipe Hamza, quien prometió serle leal tras haber sido acusado el fin de semana de participar en un complot “maléfico” contra su país.
“Permaneceré leal a la herencia de mis ancestros, a Su Majestad el rey, así como a su príncipe heredero, y me pondré a su disposición para ayudarlos y apoyarlos”, escribió el príncipe Hamza en una carta publicada el lunes en un comunicado del Palacio Real.
Poco antes, el Palacio había anunciado que el soberano decidió iniciar un intento de mediación con su hermanastro “en el marco de la familia hachemita” a través de su tío el príncipe Hasán, un planteamiento al que se habría adherido Hamza.
La crisis había estallado el sábado con la acusación contra el príncipe Hamza de “actividades” contra el reino y la detención de varias personalidades jordanas por “razones de seguridad”.
Ese mismo día, el hijo mayor del rey Huséin y la reina Noor (estadounidense) anunció que estaba bajo “arresto domiciliario” en su palacio de Amán, negó haber participado en un complot y acusó a las autoridades de “corrupción” e “incompetencia”.
Al día siguiente, el viceprimer ministro Ayman Safadi afirmó que se frustró la sedición y acusó al príncipe de haber colaborado con una potencia extranjera sin identificar, y anunció la detención de 15 personas, incluyendo a Basem Awadalá (antiguo asesor del rey).
A solicitud del rey, el jefe del Estado Mayor, el general Yusef Huneiti, visitó el sábado la residencia del príncipe Hamza para pedirle detener las actividades que podrían ser utilizadas para socavar la estabilidad y la seguridad de Jordania, pero la reunión no salió bien, añadió Safadi, que habló de un plan perverso.
“He grabado toda la conversación y la he distribuido (…) Ahora estoy esperando para ver qué va a pasar y qué van a hacer”, dijo el príncipe entonces en una grabación.