La economía mundial se estima crezca 3.1 por ciento en 2022 y disminuirá su crecimiento a 2.2 por ciento en 2023, según las Perspectivas Económicas de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
La organización también espera un rebote al 2.7 por ciento en 2024 con Asía como motor de crecimiento que compensa el bajo desempeño de Europa, Norteamérica y Sudamérica.
“La incertidumbre sobre las perspectivas es alta y los riesgos se han vuelto más sesgados a la baja y más agudos”, advirtió el organismo al mejorar parcialmente su pronóstico del 2022 desde el 3.0 por ciento previsto en su informe de septiembre.
Las tasas de interés de política monetaria más altas también podrían desacelerar el crecimiento más de lo proyectado, con decisiones de política difíciles de calibrar dados los altos niveles de deuda y los fuertes vínculos comerciales y de inversión transfronterizos que aumentan los efectos secundarios de una demanda más débil en otros países.