El ejército ruso lanzó la mañana del lunes un aluvión de ataques contra ciudades ucranianas y golpeó objetivos civiles como el centro de la capital, Kiev, donde murieron al menos ocho personas.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo más tarde que los ataques a Ucrania eran una represalia por los actos «terroristas» de Kiev, como un ataque el fin de semana pasado a un importante puente entre Rusia y la anexionada Península de Crimea.
El intenso ataque se prolongó durante horas y marcaba una repentina escalada militar de Moscú. Se produjo al día siguiente de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, describiera el ataque del sábado al enorme puente que conecta Rusia con su territorio anexionado de Crimea como un «acto terrorista» planeado por los servicios especiales ucranianos.
Al menos ocho personas murieron y 24 resultaron heridas en apenas uno de los ataques en Kiev, según los datos preliminares, indicó Rostyslav Smirnov, asesor del Ministerio ucraniano del Interior.
El ejército ruso empleó «armas de precisión» desde tierra, mar y aire para atacar centros de mando y objetivos de energía, dijo Putin en una videoconferencia con miembros del Consejo de Seguridad Ruso.
El ataque sobre grandes ciudades golpeó zonas residenciales e infraestructura crítica por igual, en una gran escalada de la guerra tras varias semanas de exitosa contraofensiva ucraniana.
La guerra de Moscú en Ucrania está cerca de cumplir ocho meses y el Kremlin ha sufrido humillantes reveses en el campo de batalla en zonas que intenta anexionarse.
Se reportaron explosiones en el distrito céntrico de Shevchenko, una gran zona que incluye el casco histórico y varias oficinas del gobierno, indicó el alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko.
Algunos de los impactos se produjeron cerca del distrito de gobierno en el corazón de la capital, donde se encuentran el Parlamento y otros edificios emblemáticos. Las explosiones reventaron casi todas las ventanas azules de una torre de oficinas.
Había gente en la calle con sangre en la ropa y las manos. Un joven con una chaqueta azul se sentaba en el suelo mientras un médico le vendaba la cabeza. Una mujer con vendajes en la cabeza tenía la blusa llena de sangre. Varios autos se veían dañados o completamente destruidos. las sirenas antiaéreas sonaban una y otra vez en Kiev y otras ciudades.
En muchos lugares se interrumpieron los suministros de electricidad y agua corriente.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dijo que las fuerzas rusas habían lanzado docenas de misiles y drones de fabricación iraní contra Ucrania.
Se lanzaron 75 misiles contra objetivos ucranianos, según el Estado Mayor del ejército ucraniano, de los que 41 fueron neutralizados por defensas antiaéreas.
Los objetivos eran zonas civiles e instalaciones de energía en 10 ciudades, indicó Zelenski en un mensaje en video. «Eligieron esa hora y esos objetivos a propósito para causar los mayores daños», agregó.
Los ataques de la mañana hicieron que los vecinos de Kiev volvieran a los refugios por primera vez en meses. El metro de la capital interrumpió sus servicios mientras la gente se cobijaba en sus estaciones.
Aunque las sirenas antiaéreas han seguido sonando en grandes ciudades de todo el país, Kiev y otras zonas llevaban meses de tranquilidad y muchos ucranianos habían empezado a ignorar los avisos y continuar con su rutina.
Eso cambió el lunes por la mañana. Los ataques comenzaron en Kiev a la vez que la hora punta de la mañana, cuando empezaba a crecer el tránsito de pasajeros. Al menos uno de los vehículos alcanzados cerca de la Universidad Nacional de Kiev parecía ser un minibús de transporte público.
Cerca, al menos un proyectil cayó en el popular Parque Shevchenko y dejó un gran agujero junto a un parque infantil.
Entre los objetivos estaba un puente peatonal conocido como el puente Klitschko, un elemento característico del centro de Kiev con paneles de cristal. Imágenes de una cámara de seguridad compartidas por un asesor del ministro ucraniano del Interior mostraban una enorme explosión en el puente. Un hombre que se veía en el puente justo antes de la explosión huía corriendo tras la detonación.
La parlamentaria ucraniana Lesia Vasylenko compartió una foto en Twitter que mostraba al menos una explosión cerca del edificio principal de la Universidad Nacional de Kiev, en el centro de la ciudad.
En otros lugares, Rusia atacó zonas civiles e infraestructura de energía mientras las sirenas antiaéreas sonaban en todas las regiones de ucrania salvo Crimea, anexionada por Rusia, durante cuatro horas seguidas.
Periodistas de Associated Press vieron los cuerpos de varias personas muertas en un recinto industrial a las afueras de la ciudad de Dnipró. Las ventanas de la zona estaban reventadas y los cristales cubrían la calle. Un edificio de telecomunicaciones había sido alcanzado.
Medios ucranianos reportaron explosiones en otros lugares, incluida la ciudad occidental de Leópolis, que ha sido un refugio para muchas personas que huían de los combates en el este, así como Ternópil, Jmelnitski, Zhitómir y Kropivnitski.
Járkiv fue atacada en tres ocasiones, indicó el alcalde, Ihor Terekhov. Los ataques cortaron los suministros de electricidad y agua. También hubo daños en infraestructura energética en Leópolis, según el gobernador regional, Maksym Kozytskyi.
Tres misiles de crucero lanzados contra Ucrania desde barcos rusos en el Mar Negro cruzaron el espacio aéreo de Moldavia, según reclamó el ministro moldavo de Exteriores, Nicu Popescu.
Putin había dicho el día anterior que el ataque al puente Kerch en Crimea había sido un ataque terrorista ideado por el servicio especial ucraniano. En una reunión el domingo con el presidente del Comité Investigador Ruso, Putin dijo que «no hay duda de que fue un acto terrorista dirigido a la destrucción de infraestructura civil crítica».
El puente Kerch tiene importancia estratégica para Rusia como ruta de suministro militar para sus fuerzas en Ucrania, pero también simbólica, como insignia de sus reclamaciones sobre Crimea. Nadie se ha atribuido el ataque que dañó el puente de 19 kilómetros (12 millas), el más largo de Europa.
Ante los ataques del lunes, Zelenski dijo en su cuenta de Telegram que Rusia «intenta destruirnos y borrarnos de la faz de la tierra».
Los ataques parecían haber provocado una nueva ronda de condenas internacionales a Rusia. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, expresó su «extrema preocupación, ya que los ataques causaron víctimas civiles», y reiteró su petición de que se dé más ayuda militar a Ucrania.
El secretario británico de Exteriores, James Cleverly, tuiteó que «el lanzamiento de misiles a zonas civiles de Ucrania por parte de Rusia es inaceptable».
El Grupo de los Siete países más industrializados tiene previsto celebrar una videoconferencia el martes sobre la situación en la que intervendría Zelenski, anunció Steffen Hebestreit, vocero del canciller alemán, Olaf Scholz. Alemania ostenta el turno de presidencia del G7.