La agencia Moody’s bajo este lunes la calificación de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) de Ba3 a B1 ante sus altos vencimientos de deuda y la necesidad de financiamiento externo.
La semana pasada, la calificadora también redujo la nota de México de Baa1 a Baa2 argumentando que las tendencias económicas y fiscales «seguirán mermando» el perfil crediticio del país, lo que también influyó en la baja de Pemex.
La revisión de las calificaciones de Pemex «fue motivada por la rebaja de la calificación de México, dada la importancia crítica de la solidez financiera del gobierno y el apoyo en la evaluación del perfil crediticio de la petrolera debido a su alto riesgo de liquidez«, señaló la calificadora en un comunicado.
La agencia también consideró los altos vencimientos de deuda de Pemex para el periodo 2022-2024, su necesidad de un finacimiento externo y el limitado acceso de la petrolera a los mercados de capital debido a un alto riesgo crediticio intrínseco.
La calificadora también advierte que la empresa no podrá aumentar su producción y reservas petroleras debido a la falta de recursos para invertir en exploración e infraestructura.
La petrolera mexicana mantiene una pesada deuda financiera que al cierre de 2021 ascendía a 108 mil millones de dólares.
Pemex debe incrementar sus inversiones para revertir un prolongado declive de su producción petrolera, que cayó de un promedio de 3,4 millones de barriles diarios en 2004 a los 1,7 millones actuales.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que asumió en 2018, ha buscado aliviar las finanzas de la principal empresa estatal mexicana, a la que considera un baluarte de la soberanía nacional.
México, la segunda mayor economía de América Latina después de Brasil, resultó duramente golpeada por la pandemia con un desplome del PIB del 8,4% en 2020.
En 2021, la economía rebotó 5% y para este año los analistas que mes a mes encuesta el banco central esperan una expansión de 1,8%.