Madre lagunera recupera a su hija tras cinco años de lucha

Madre lagunera recupera a su hija tras cinco años de lucha

El incansable esfuerzo de Nancy Nallely Salazar Romero, quien durante cinco años no claudicó en la lucha por recuperar a la pequeña Sherlyn Ismaely; obtuvo la mejor de las recompensas el pasado 12 de agosto, cuando la Fiscalía General del Estado de Coahuila permitió que madre e hija volvieran a reunirse, tras el caso de sustracción de menores ocurrido el 28 de marzo de 2019.

En rueda de prensa, Nallely Salazar, joven mamá lagunera de 34 años de edad, informó lo anterior y agradeció a la Fiscalía, a la colectiva Justicieras por Nuestras Infancias, así como a familiares, compañeros de trabajo y gente cercana que le brindaron apoyo en su lucha.

Recordó la madre de Sherlyn que la menor también fue objeto de retención y ocultamiento por parte de la familia paterna y tras un proceso legal de años y falta de resultados en las investigaciones, la restitución finalmente pudo darse a inicios de esta semana.

Explicó Nallely que fue por medio de un operativo de la colectiva encabezada por la activista Ariadne Lamont Martínez, como se logró el rastreo y la probable ubicación de la niña en un hospital donde recibía atención la abuela paterna, lo que permitió que el grupo especial creado por la Fiscalía, lograra la recuperación de la menor.

“Mi hija afortunadamente fue regresada conmigo. Físicamente está bien, pero está muy dañada psicológicamente, como era de esperarse, después de cinco años a mi hija le dijeron, no sé, que tal vez nunca la busqué”, manifestó.

Agregó que en el lapso que la menor permaneció con su familia paterna, fue obligada a ocultar su rostro con un cubrebocas y no asistió a la escuela, por lo que tampoco tiene amistades de su edad.

Nallely Salazar indicó que ambas recibirán atención de peritos psicólogos de la Fiscalía del Estado, así como de la asociación Mujeres Solidarias en Acción Social (MUSAS).

Por otro lado, Francisco Ismael “N”, padre de la niña, continúa prófugo y enfrenta dos órdenes de aprehensión, mientras que los abuelos paternos tramitaron amparos y uno de ellos tiene la medida cautelar del brazalete electrónico.

“Vamos a darle seguimiento porque no solamente se cometió el delito de sustracción, retención y ocultamiento; sino hubo violencia vicaria, hubo extorsión, hubo otros delitos, los cuales yo le pido a la Fiscalía que no pretendo que se les juzgue por un solo delito”, expresó la madre de Sherlyn.

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