La Organización de Naciones Unidas (ONU) difundió un estudio según el cual 40 millones de personas no tuvieron la cantidad adecuada de comida para un día.
Dicha cifra representa un récord histórico respecto del año pasado y según la ONU, la perspectiva es que se podrían alcanzar nuevos niveles “espantosos” por las consecuencias de la guerra de Ucrania en la producción mundial de alimentos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calificó de “triple combinación tóxica” de conflictos, clima extremo y los efectos económicos de la pandemia del coronavirus lo que ha generado que casi 193 millones de personas en 53 países hayan sufrido inseguridad alimentaria aguada en 202.
Según dicha organización, la cifra total de gente que no tuvo la cantidad adecuada de comida para un día se incrementó en 40 millones el año pasado, confirmando la “preocupante tendencia” de incrementos anuales de los últimos años.
Los países devastados por la guerra como Afganistán, Etiopía, Sudán del Sur, Siria y Yemen entre los peores puntos de desnutrición del mundo, señala el Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias, que elaboran de forma conjunta la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa Mundial de Alimentos y la Unión Europea.
De acuerdo con este reporte, por la producción de granos en Ucrania, la guerra con Rusia traerá consecuencias en países como Somalia que sufrirá una de las peores crisis alimentarias del mundo en 2022 debido a la prolongada sequía, el alza de los precios de los alimentos y la persistente violencia, añadió el informe.
La estimación es que estos factores podrían dejar a 6 millones de somalíes en una situación de hambruna, apuntó.
“A día de hoy, si no se hace más para apoyar a las comunidades rurales, la escala de la devastación en términos de hambre y pérdida de medios de vida será demoledor. Se necesita una acción humanitaria urgente a una escala masiva para impedir que esto ocurra”, consideró la ONU.
La guerra en Ucrania supone más riesgos para otros muchos países africanos que dependen de Rusia y Ucrania para obtener trigo, fertilizantes y otros suministros.
De ahí que Naciones Unidas afirma que el conflicto contribuía al aumento del precio de los cereales y los aceites vegetales a niveles récord, amenazando a millones de personas con la hambruna y la desnutrición.
“Cuando vemos las consecuencias de lo que está ocurriendo como resultado de la guerra en Ucrania, hay un motivo real de preocupación por cómo esto empeorará la grave necesidad de alimentos que hay en esos países con crisis alimentarias”, señaló Rein Paulsen, director de la oficina de Emergencias y Resiliencia de la FAO.
El reporte hizo un llamado a una mayor inversión en agricultura y pidió mil 500 millones de dólares para ayudar a que, en la próxima siembra, los campesinos estabilicen e incrementen la producción local de alimentos.