Hombres rusos y sus familias se concentraron en la frontera durante el fin de semana en medio de una creciente especulación de que el Kremlin podría prohibir que los hombres elegibles para la movilización salgan del país.
Testigos reportaron largas filas en el aeropuerto principal de Moscú y en los cruces terrestres hacia Kazajstán y Georgia a medida que se difundieron informes de que a los sujetos de la convocatoria se les podría prohibir salir tan pronto como esta semana.
El gobierno trató de asegurarle a la gente que las reglas de la movilización “parcial” que el presidente Vladimir Putin declaró el 21 de septiembre se harían cumplir después de que las historias de personas enfermas, ancianas o exentas que fueron reclutadas se volvieron virales en las redes sociales.
Putin decretó el sábado por la noche un aplazamiento para algunos estudiantes de escuelas y universidades vocacionales estatales, luego de que las garantías del Ministerio de Defensa no lograron calmar al público. Vyacheslav Volodin, presidente de la cámara baja del parlamento, prometió el domingo un enfoque “individual” para cada queja recibida, reiterando las garantías de algunos gobernadores regionales.