El impacto del estrés laboral es tan profundo que, además de afectar la salud mental de los trabajadores y su rendimiento, es perjudicial para el desempeño de las empresas, por ello, los empleadores necesitan un enfoque adecuado para atender esta problemática.
Alberto Tovar, periodista de El Financiero, escribió en su columna del viernes 17 de febrero que una cantidad mínima de estrés permite elevar la productividad de las empresas; sin embargo, cuando se rebasan estos “límites” los patrones necesitan tomar acciones para preservar la salud de sus trabajadores.
Algunas herramientas como el coaching son efectivas para tratar con el estrés laboral; sin embargo, las principales obligaciones de las empresas para evitar el problema radican en presentar un ambiente saludable y seguro para que los trabajadores se sientan cómodos.
El estrés laboral causa insomnio, ansiedad, depresión y una variedad de otros problemas de salud mental y física. Disminuye la concentración, la motivación y la productividad.
Esto pone en riesgo la rentabilidad de una empresa, ya que además de los resultados, el ambiente laboral se puede afectar.