En días pasados, una nube de polvo del Sahara se desprendió desde la región del Sahel, fenómeno que es común durante la primavera y el verano, cuando la escasez de lluvia se combina con vientos intensos en dicha región, generando desprendimientos de aire cálido, seco y saturado de aerosoles y polvo, informó la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
A través de modelos numéricos se puede predecir su trayectoria, y para este evento se pronostica que la nube de polvo continúe su recorrido, llegando a la Península de Yucatán hoy martes.
Durante el jueves y el viernes alcanzará la máxima concentración de aerosoles sobre Campeche, Quintana Roo y Yucatán. Posteriormente, se desplazará sobre aguas del Golfo de México, pasando sobre las zonas costeras de Veracruz y Tamaulipas.
En la Península de Yucatán, los principales efectos esperados son: reducción en la lluvia, incremento en las temperaturas, cielo brumoso y escasa nubosidad.
Además, los atardeceres y amaneceres pueden tornarse en tonos rojizos debido a la interacción de los rayos solares con las partículas de polvo.
Estos eventos son posibles de rastrear a través de imágenes de satélite.
Este, en particular, se ha monitoreado en su recorrido por el Océano Atlántico y el Mar Caribe, donde ha ocasionado una reducción notable en la visibilidad, afectando la navegación marítima y aérea, y ha provocado un cielo brumoso.
Cuando estas nubes de polvo se desplazan por el Atlántico Tropical limitan el desarrollo o intensificación de los ciclones tropicales, ya que son grandes extensiones de aire seco.
Finalmente, la noche del viernes 26 de junio, el fenómeno se desplazará hacia la parte sur de Estados Unidos de América y dejará de afectar de manera directa al territorio mexicano.