By Nunca dejarán de existir barreras por superar y eso demostró Erin Jackson en los presentes juegos invernales. La número uno del ranking mundial rompió con la historia para inscribirse en ella con su triunfo en los 500 metros de patinaje de velocidad en Beijing 2022.
Después de no haber alcanzado un boleto para los Juegos Olímpicos de Invierno, la atleta estadounidense respondió al regalo que su compañera Brittany Bowe le dio al cederle su plaza: llevó el oro a casa luego de una larga sequía: desde Lillehammer 1994 los Estados Unidos no triunfaban en este deporte.
En una competencia vibrante y contra todo pronóstico, Jackson alcanzó una marca de 37.04 segundos, cifra que le bastó para obtener la presea dorada, por encima de la japonesa Takagi Miho y de la rusa Angelina Golikova.
La historia no daba indicios de que la representante de Estados Unidos pudiera ganar: ninguna mujer de raza negra había logrado una medalla de oro individual y su país no ganaba en la modalidad desde 28 años atrás.
