El futbol es vida. Un juego que se disfruta en familia, 90 minutos en donde niños mujeres y hombres pueden divertirse al ver rodar el balón.
Familias enteras acuden al estadio para acuden al estadio para apoyar al equipo de sus amores. Por medion de cantos usar su playera y portar el escudo junto al corazón, y por supuesto, gritar el gol con pasión absoluta.
El futbol produce alegrías. La tribuna ve a sus jugadores favoritos levantar el título soñado. También hay tristezas por no poder festejar una victoria, pero siempre queda la esperanza de una nueva oportunidad.
El amor no es ajeno a este esplendorozo juego. Para algunas personas es la cita perfecta; para padre e hijo es la tradición de años; para los hermanos es el pasatiempo ideal; para los amigos es el pretexto perfecto para compartir las mejores experiencias.
Los mexicanos vivimos y sentimos el futbol como nadie en este planeta.