Una temporada que lucía prometedora, en la que la lucha por el Campeonato de Pilotos se enfilaba para ser entre Max Verstappen y Sergio Pérez, dio un vuelco que ha llevado al mexicano a ver cómo sus opciones se reducen por culpa del desarrollo de su RB18.
De estar a solo 21 puntos del líder Max Verstappen tras el Gran Premio de Azerbaiyán (150 puntos del neerlandés, por 129 del mexicano), la diferencia entre ambos ha aumentado en las últimas cuatro carreras hasta ser de 70 unidades (233/163), lo que ha estado ligado a la evolución de su monoplaza, hoy más acorde a las cualidades del actual campeón.
LOS PROBLEMAS EMPEZARON EN CANADÁ
Las malas sensaciones comenzaron desde las prácticas libres del Gran Premio de Canadá, donde Checo Pérez empezó a notar cómo su RB18 no estaba competir en las primeras posiciones, tal y como había sido en las anteriores carreras, en las que llegó a superar a su coequipero en tres clasificaciones, entre ellas la pole de Arabia Saudita.
Tras largar desde el lugar 13 en Montreal, el mexicano tuvo que retirarse el domingo por un problema en la caja de cambios, episodio de una película en la que su rendimiento ha disminuido de manera notable y solo ha logrado subir al podio como segundo lugar en Gran Bretaña tras remontar 15 posiciones, cuando en las anteriores ocho lo hizo en cinco, inclusive su triunfo en Mónaco en la séptima fecha.
«No he estado tan cómodo, tras los desarrollos del coche como lo estaba al inicio de la temporada, por decirlo de esa manera; creo que tengo trabajo que hacer para entender lo que está pasando. Digamos que el desarrollo no va a acorde a mí, en términos de cómo me sentía cuando empezó el año», comentó el tapatío ante la prensa en Austria, la cual se percataba ya de sus problemas.
RED BULL, POR UN AUTO MÁS VELOZ
Desde entonces se mencionaba ya la posibilidad de que las mejoras fueran para beneficiar el estilo de conducción de Max, quien semanas atrás también había alzado la voz para que la parte delantera de su RB18 fuera más fuerte, ya que eso le serviría para que pudiera girar de mejor forma en las curvas.
«Veo, por supuesto, que Checo está un poco más cómodo que el año pasado; por mi parte, sí, me gustaría un poco más de delantera, en eso estamos trabajando.
No digo que esté incómodo en el coche, pero estos monoplazas son tan pesados, largos y anchos que, con el aumento de peso también, quieres un coche que gire mejor, porque simplemente va más rápido en curva», señaló el neerlandés a Motorsport en Azerbaiyán, palabras que sirvieron para aumentar el sentir de que Red Bull solo buscó beneficiarlo.
Ante tal escenario, Paul Monaghan, ingeniero en jefe del equipo austriaco, tuvo que aclarar lo que buscaba con los cambios en el RB18, que solo era tener más velocidad y que los beneficios serían para quien se adaptara mejor; incluso tildó de “una tontería” que se mencionara que buscaron limitar el rendimiento de Pérez. “¿Se ha implementado algo que podría ser preferencial para Max? No, en realidad no.
Es bastante difícil agregar ritmo y si encontramos un método para hacerlo, lo tomaremos. Y el balance entre los pilotos a lo largo de una temporada siempre tendrá altibajos. Max no es de los que se duermen en los laureles, ni tampoco Checo, ni nosotros, pero deben recordar que ambos conducen en el mismo equipo”.
CHECO, OBLIGADO A LA ADAPTACIÓN
Monaghan también aseguró que el límite de gastos complicaría realizar mayores cambios, por lo que Checo Pérez estará obligado, tal y como sucedió en la Temporada 2021, a adaptarse a un auto que es más para el gusto de Verstappen, a pesar de que en algunas carreras llegue a lucir bien, tal y como lo adelantó Christian Horner, quien cree que todavía tiene posibilidades de pelear por el campeonato.
«Creo que tendrá carreras en las que sabemos que rendirá muy bien; así que, ciertamente, los desarrollos no están siendo impulsados en una dirección, sólo una mejora del rendimiento general del coche», dijo el británico.
A partir de Canadá se nota cómo la diferencia entre Checo Pérez y Max Verstappen ha aumentado, hasta llegar a las 70 unidades; en las primeras ocho carreras, el tapatío fue capaz de superar en tres clasificaciones a Max en la presente temporada, pero desde esa carrera ya no pudo hacerlo.