De la mano de sus jóvenes figuras Jayson Tatum y Jaylen Brown, los Boston Celtics se impusieron este miércoles 116-100 a los Golden State Warriors y vuelven a dominar las Finales de la NBA por un global de 2-1. Brown, con 27 puntos, y Tatum, con 26, comandaron a los Celtics a un peleado triunfo en el primer partido de unas Finales de NBA disputado en el TD Garden de Boston desde 2010.
Los Warriors fueron superados en intensidad en la recta final del choque después de protagonizar otro espectacular tercer cuarto liderado por Stephen Curry. El base brilló con 31 puntos y 6 triples pero dejó la pista con un fuerte golpe en su pierna izquierda sufrido en una disputa de balón con el dominicano Al Horford.
El veterano escolta Klay Thompson jugó su mejor partido de la eliminatoria con 25 puntos pero el tercer líder de los Warriors, Draymond Green, acabó expulsado por acumulación de faltas a cuatro minutos del final. Presionado por los 19.000 aficionados de los Celtics, el temperamental Green no logró esta vez marcar el tono defensivo de su equipo y terminó la noche con apenas 2 puntos y 4 rebotes en su cuenta.
Los Celtics dominaron por completo el juego salvo en el inevitable acelerón de los Warriors en el tercer cuarto, en el que Curry entró en combustión con 15 puntos y 4 triples para poner a Golden State por delante en el marcador.
Esta vez Boston resistió la avalancha y de la mano de Tatum volvió a tomar el control del marcador hasta asegurarse un triunfo con el que siguen manteniendo la ventaja de campo en la serie. «No podemos alegrarnos demasiado. Tenemos que estar preparados para el siguiente partido. Sabemos que van a salir extra agresivos», dijo Tatum sobre el cuarto choque del viernes, de nuevo en el TD Garden.