La tragedia del Covid-19 tuvo que llegar a 3 mil muertos en 24 horas en Brasil para que el presidente Jair Bolsonaro tomara la pandemia un poco más en serio y conformara un grupo de atención a la crisis.
Con ello se esboza, aunque sea de forma implícita, un cambio de rumbo ante la crisis que con insistencia minimizó siempre, incluso tras resultar infectado.
El mandatario ultraderechista informó de esa iniciativa tras reunirse en Brasilia con representantes de los demás poderes y con un grupo de gobernadores, al día siguiente de los 3 mil decesos, y con un total que bordea las 300 mil muertes.
“Hemos resuelto crear una coordinación junto a los gobernadores, bajo el mando del presidente del Senado, y un comité que se reunirá semanalmente con las autoridades para decidir el rumbo del combate al coronavirus“, detalló Bolsonaro.
“Imperó la solidaridad”, agregó, “y la intención de reducir los efectos de la pandemia. La vida antes que nada”.
Bolsonaro ya había defendido su política frente al Covid-19 en un discurso a la nación el martes por la noche, con fondo de cacerolazos de protesta en las principales ciudades del país.
Puesto clave
Durante su primera rueda de prensa como nuevo ministro de Salud, tras varios días de incertidumbre burocrática, Marcelo Queiroga anunció la creación de una “secretaría especial para el combate a la pandemia” y se comprometió a triplicar en el corto plazo la tasa diaria actual de vacunación, a un millón por día.
FRASE
“Tenemos una pequeña crisis. El tema del coronavirus es mucho más fantasía, que no es todo lo que los grandes medios de comunicación propagan en todo el mundo”
Jair Bolsonaro
Presidente de Brasil, en 2020