Una modesta casa en una favela brasileña aspira ser elegida la mejor vivienda del mundo en un reconocido concurso internacional de arquitectura y también busca demostrar que es posible tener condiciones habitacionales de calidad en un barrio pobre.
El ‘barraco’, como popularmente se llama a las viviendas en las comunidades más pobres del país, fue postulado por Archdaily, el principal portal de arquitectura del mundo, al concurso, en el que competirá con esplendorosas y costosas mansiones.
Sin lujos y prácticamente mimetizada en el entorno, la «casa do pomar do cafezal» se levanta sobre una vía sin asfalto, en un empinado callejón del Aglomerado da Serra, en la periferia de Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais.
La casa, que tiene un área de 66 metros cuadrados y dos niveles, se erige sobre una fuerte estructura cuyos cimientos también ayudan a sustentar otras viviendas del callejón.
Sus paredes se levantaron con ladrillos huecos utilizados de forma horizontal, un sutil cambio que dio un giro total a la fachada y brindó ventajas adicionales
«Al ser horizontales dan forma a una pared más ancha y con una inercia térmica mayor, lo que se traduce en un ambiente que va a demorar más en calentarse cuando hay temperaturas elevadas y a preservar un poco más el clima interno cuando hace frío», explicó el arquitecto.
Algo parecido se ve con el diseño de ventanas y puertas, que además de permitir la entrada de luz natural y dar más luminosidad al recinto, generan ventilaciones cruzadas que refrescan el ambiente. Ya las tuberías externas de agua ayudan a evitar filtraciones.