Los estimulantes de tipo anfetamínico se alzan en México como la droga de mayor impacto y la principal causante de tratamiento, según un informe anual de la ONU divulgado este lunes.
«México es el único país del continente americano en donde los estimulantes de tipo anfetamínico se han convertido en la principal droga causante de tratamiento», dijo Sofía Díaz, coordinadora en México de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).
«Esto es un reflejo tanto de las preferencias de consumidores como de dinámicas de producción en países que tienen altos índices de producción», indicó Díaz durante la presentación del informe, por videoconferencia.
El dato destaca en un continente donde predomina el consumo de cannabis y cocaína.
La marihuana sigue siendo el principal motivo de tratamiento en Argentina, Colombia, Perú, Venezuela y casi toda Centroamérica, mientras que la cocaína se impone en Canadá, Chile, Uruguay y Paraguay.
Los opioides, tanto naturales como sintéticos, prevalecen en Estados Unidos, mientras que en Brasil y el resto de países destacan otras drogas y fármacos.
Entre 2013 y 2020, México experimentó un aumento del 218% en el número de personas en servicios de tratamiento por uso de anfetaminas y metanfetaminas, detalló Díaz.
Este incremento se enmarca en una escalada de la producción de grandes cárteles del narcotráfico mexicanos, usualmente dirigida al mercado estadounidense.
En América del Norte, el uso de metanfetaminas pasó de 1,3% de la población consumidora de drogas en 2010 a 3,8% en 2020, mientras que el grueso de la producción se consume dentro del subcontinente, indica el informe de la ONU.
La fabricación y tráfico de drogas sintéticas «está aumentando a mucho mayor ritmo» que la de drogas de origen natural, con amplio predominio de las metanfetaminas, alertó Díaz.
Del total de drogas sintéticas incautadas mundialmente entre 2016 y 2020, un 72% fueron metanfentaminas, mientras que el número de países donde ocurrieron los decomisos pasó de 84 en el periodo 2006-2010 a 117 entre 2016 y 2020.
Las incautaciones muestran también un aumento del tamaño y la productividad de los laboratorios que procesan la droga en Norteamérica, sobre todo en México y Estados Unidos, destaca el informe.
Pese a la estrecha vecindad entre ambos países, el consumo de opioides -una crisis de salud pública en Estados Unidos- sigue siendo marginal en México.
«Solamente 0,1% de la población entre 12 y 65 años reporta haber usado opioides en México en el último año», señaló Díaz.
El reporte señala a la heroína como la droga inyectada de mayor uso en México, con su consumo concentrado entre trabajadores sexuales y migrantes deportados que viven en ciudades fronterizas con Estados Unidos.