El planeta pudo haber superado ya un punto de inflexión hacia un calentamiento global irreversible, con consecuencias “en cascada” desde Groenlandia hasta la Gran Barrera de Coral, advirtió el jefe de la mayor expedición científica jamás realizada en el Polo Norte.
“Únicamente el estudio de los años venideros permitirá saber si todavía podemos salvar la banquisa del Ártico, presente todo el año, gracias a una protección del clima, o si ya hemos traspasado ese punto de no retorno”, afirmó el alemán Markus Rex en Berlín, ocho meses después del retorno de la misión internacional que estuvo un año en el Ártico.
La desaparición de la banquisa es una de las primeras minas en este campo minado, uno de los primeros puntos de no retorno a los que se llega cuando vamos demasiado lejos en el calentamiento climático, agregó el científico en una rueda de prensa en Berlín, con la ministra de Educación e Investigación alemana, Anja Karliczek.
De hecho podemos preguntarnos si no hemos caminado ya sobre esta mina y activado el inicio de la explosión y si ese punto irreversible se hubiera traspasado, esto puede generar consecuencias en efecto dominó para el planeta y agravar aún más el calentamiento con la desaparición del casquete polar de Groenlandia o el deshielo de zonas amplias del permafrost del Ártico, agregó.
De acuerdo al especialista, los antiguos glaciares también están amenazados. “Hoy tampoco sabemos si podemos salvar la Gran Barrera de Coral” en Australia.
Por su parte, la especialista de la banquisa, Stefanie Arndt,
lamentó que “quizás seamos la última generación en poder ver el Ártico
con hielo en verano”. Esta banquisa es “un espacio vital importante para
los osos polares”, dijo.
Durante casi un año, equipos internacionales recogieron datos
exhaustivos que servirán para proporcionar valiosa información sobre el
cambio climático.
DATOS
Expedición. El Polarstern, barco en el que permanecieron los expertos y científicos que investigan la desparición del hielo en el Ártico, navegó un total de 3 mil 400 km en zigzag.