By Trabajar desde casa fue la mejor opción en el pico de la pandemia del coronavirus, desde 2020, pues era la forma más efectiva de evitar los contagios. Sin embargo, hoy en día puede representar daños a la salud emocional, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Antes de la pandemia había unos 260 millones de trabajadores que no acudían a un centro laboral. La OIT estima que esa cifra podría haberse duplicado para abarcar hasta la tercera parte de la fuerza laboral trabajando a distancia en América del Norte y Europa, y la sexta parte en África.
El despliegue de vacunas, principalmente en el mundo desarrollado, ha incrementado las posibilidades de retorno al lugar de trabajo, pero muchas empresas y trabajadores han expresado su deseo de mantener cierto grado de trabajo a distancia después de ver algunos de los beneficios. Para los empleadores, eso incluye minimizar el riesgo de contagio y, posiblemente, gastar menos en espacios de oficina, mientras que el personal ya no tiene que perder tiempo yendo y viniendo a oficinas.
Sin embargo… mientras algunos disfrutan hornear o dar un paseo durante una conferencia telefónica y utilizan el tiempo de viaje para dedicarse a nuevas actividades, otros anhelan volver a una rutina de trabajo y a una vida más estructurada.
Un estudio reciente de la OIT encontró que 41% de las personas que trabajaban desde casa se sienten muy estresadas, en comparación con 25% de las que trabajaban fuera del hogar.
“Debemos prestar atención también a su bienestar mental”, dijo Joaquim Nunes, jefe de Salud y Seguridad Ocupacional de la OIT.
CIFRAS
41%
de personas que trabajaban
en casa están muy estresadas
25%
de personas en oficina
están muy estresadas
