En el sur de Chile, una pequeña escuela utiliza sus autobuses escolares para acercar el aula a los niños que viven en zonas rurales, muchos de origen mapuche y sin acceso a computadoras o internet en un país semiparalizado por la pandemia.
El coronavirus ha vaciado las escuelas de Chile, obligando a millones de niños a seguir clases en línea. Pero hay zonas del país donde hasta 76% de los alumnos no tiene acceso a internet, según un estudio de la Fundación País Digital, como sucede en La Araucanía, una de las regiones más pobres del país.
En esta zona fría, lluviosa y rural del sur de Chile, cientos de niños quedaron a la deriva cuando se suspendieron las clases la segunda quincena de marzo, recién iniciado el año escolar. Muchos recibieron guías del programa en papel, una modalidad frustrante para quienes no podían resolverlas en casa.
Ante este escenario, a la educadora de preescolar Marcela Cea, de 29 años, y al conductor de furgón escolar Alexis Araneda, de 34, ambos del Colegio Dream House de la localidad rural de Catripulli, comuna de Carahue, se les ocurrió ir en la furgoneta a las casas de sus alumnos a impartirles clases al interior del vehículo.
«A mí me parece súper bien, porque hay tareas que uno no las puede entender, ni los papás, entonces pueden venir los profesores a hacer unas clases extras», dijo a la AFP Katalina Zuñiga, una estudiante de 11 años, que recibe estas clases frente al patio de su casa.
Su madre, Modesta Caniuñir, aprecia el esfuerzo, porque los ayuda como padres a ir resolviendo dudas y «así los alumnos ya no se van atrasando las tareas», dice.
La Araucanía, a unos 500 km al sur de Santiago, ocupa el tercer lugar de las zonas con más casos activos de Covid-19 en un país que ya cuenta más de 250 mil contagiados y supera los 7 mil muertos por el virus desde marzo. Carahue está entre las diez comunas de la región con más contagiados.