El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, calificó de ejemplar la decisión del rey Felipe VI de desvincularse de su progenitor, luego de descubrirse un fondo de inversión por más de 65 millones de euros que presuntamente procedía de actos de corrupción.
El mandatario se refirió por primera vez a la crisis abierta en la casa real, al advertir que haber renunciado a esa herencia y retirar la prestación económica del Estado a Juan Carlos de Borbón era una decisión necesaria y coherente con el compromiso de transparencia y ejemplaridad.
El pasado lunes Felipe VI anunció la ruptura con su padre, de quien heredó el trono hace siete años, cuando éste decidió abdicar y convertirse en rey emérito, condición que le permite tener inmunidad.
El origen de la crisis es la investigación abierta por la fiscalía suiza sobre una serie de fondos millonarios que estarían a nombre de varias firmas ficticias creadas por Juan Carlos I y que le sirvieron para ocultar en paraísos fiscales las comisiones que habría recibido por su intermediación en la construcción del tren de alta velocidad a La Meca.
Sánchez reconoció que la casa real y la propia figura del monarca viven una situación de gravedad por un asunto que ha sobresaltado a la opinión pública, si bien mostró su apoyo a la decisión de Felipe VI.
En tanto, la justicia española remitió a Suiza toda la información de que dispone sobre el presunto pago de comisiones en la obra del tren a La Meca, pero desde Berna aún no se ha enviado la documentación reclamada por la fiscalía anticorrupción y la Audiencia Nacional de España. De hecho, Javier Sánchez-Junco, abogado del rey emérito, informó que al día de hoy su cliente no ha recibido ninguna notificación o requerimiento de autoridad judicial o fiscal, nacional o extranjera. Y añadió que una vez se cuente con elementos de conocimiento suficientes, se dará la información pertinente.