Los alimentos deslactosados prácticamente duplicaron sus ventas en los últimos cinco años, al pasar de generar ingresos por 2 mil 292 millones de pesos en 2018 a 4 mil 200 millones de pesos al cierre del 2022, un alza de 83 por ciento, de acuerdo con datos de ISCAM, consultora del mercado retail.
El aumento se explica por una mayor demanda del consumidor debido a que los mexicanos encabezan la lista de países con mayor intolerancia a la lactosa.
“(El consumo) viene creciendo por arriba de la tendencia del mercado desde el 2019, estamos viendo una tendencia positiva y te hablo de todas las categorías que la conforman como leche, crema yogurt, leche saborizada, en todos los casos está creciendo mucho más la parte de deslactosada, que el crecimiento que está teniendo el producto básico”, dijo Rolando Contreras, director para abarrotes en ISCAM.
Se estima que hasta el 83 por ciento de los mexicanos podrían ser intolerantes a la lactosa, un porcentaje muy alto comparado con los suecos, ingleses o españoles, que reportan a menos del 15 por ciento de su población con esa condición, según un estudio del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas de Buenos Aires.