Los temores por una recesión en Estados Unidos se redujeron tras el crecimiento reportado en 2022. Sin embargo, analistas comentaron que la desaceleración económica se mantendrá latente, afectando principalmente las remesas mexicanas y por ende el consumo interno del país.
De acuerdo con la primera estimación de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por su sigla en inglés), la economía estadounidense creció el 2.1 por ciento en 2022, derivado de que, en el cuarto trimestre del año pasado, el Producto Interno Bruto (PIB) presentó un avance de 0.7 por ciento, respecto del trimestre anterior y se ubicó en 2.9 por ciento.
Al respecto, Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis Económico de Grupo Financiero Monex, comentó que, si bien el consumo y el gasto federal impulsaron el crecimiento económico estadounidense en la última parte del 2022, si se compara con el tercer trimestre del año se observa una desaceleración, ya que el crecimiento fue de 3.2 por ciento.
“México recibiría el impacto debido a que Estados Unidos es su principal socio comercial. Esto quiere decir que, si el país vecino reporta un menor crecimiento, dejará de comprar a México, afectando sus exportaciones”, dijo la economista.