Google confirmó su interés en mejorar su participación en el mercado de los teléfonos inteligentes con el nuevo Pixel 7, que entra en el competitivo sector de la electrónica personal, donde tradicionalmente ha sido un actor secundario.
El dispositivo tuvo su lanzamiento esta semana en Brooklyn, donde los representantes de la empresa de Mountain View, California, destacaron algunas de sus características de primer nivel, como que puede silenciar ruidos de fondo en las llamadas.
Presentado por primera vez en 2016, el Pixel fue un modelo tardío en la tendencia de los teléfonos móviles al llegar casi una década después del iPhone de Apple y siete años más tarde que el modelo Galaxy de Samsung, productos que hoy dominan el mercado.
En 2020, las entregas globales del teléfono de Google llegaron solo a 2,7 millones, contra las casi 200 millones de unidades de los modelos de Apple y Samsung.
Estas bajas cifras de ventas se deben en parte a la limitada disponibilidad del teléfono de Google, con el Pixel 5 a la venta en menos de 10 países mientras el gigante tecnológico enfocó su inversión en el software más que en su propio hardware.