El candidato presidencial del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva, encabezó las elecciones de este domingo en Brasil, pero se quedó a dos puntos del porcentaje necesario para ser electo presidente en esta primera vuelta.
Lula aventajó al actual mandatario, Jair Bolsonaro, quien busca su reelección, por 5.2 millones de votos, pero como ninguno de los dos alcanzó el 50% más uno de los sufragios ambos deberán presentarse a una segunda vuelta electoral el próximo 30 de octubre a fin de definir quién será el próximo gobernante del país.
Según los resultados del Tribunal Superior Electoral (TSE), con el 98.04% de las urnas electrónicas contabilizadas, Lula obtiene el 48% de los sufragios, mientras que Bolsonaro alcanza el 43.5%.
De acuerdo con la ley brasileña, para obtener el triunfo en la primera vuelta electoral de este domingo un candidato debía obtener el 50% más uno de los votos, y si ello no ocurría, los dos con mayor respaldo –en este caso Lula y Bolsonaro— deberán presentarse a una segunda ronda el último domingo de octubre.
Lula, de 76 años y quien ya ha sido dos veces presidente de Brasil, aventajó por 4.5 puntos porcentuales al actual mandatario, un excapitán del Ejército de extrema derecha que colocó a decenas de militares en puestos claves del gobierno.
Los otros candidatos presidenciales aparecen en el conteo del TSE muy atrás de Lula y Bolsonaro. La senadora derechista Simone Tebet, del Movimiento Democrático Brasilero (MDB), tiene el 4.2% de los votos, seguida del centroizquierdista Ciro Gomes, exgobernador del estado de Ceará, que tiene el 3.05%.
Desde el retorno de la democracia a Brasil, en 1985, todos los candidatos presidenciales que han encabezado la primera vuelta acaban ganando en la segunda.
Los resultados electorales de este domingo dejan mal paradas a las encuestadoras brasileñas, que si bien acertaron en la votación que obtuvo Lula, subestimaron el resultado que obtuvo Bolsonaro, a quien le vaticinaban alrededor del 35% de los sufragios, unos ocho puntos porcentuales por debajo de los que obtuvo.
También fallaron en la medición del voto para el centroizquierdista Ciro Gomes, a quien ubicaban en tercer lugar, pero este fue ocupado por la derechista Simone Tebet.
El sociólogo Edison Freire dijo a Proceso que, con estos resultados, la segunda vuelta electoral, programada para el domingo 30 de octubre, será más cerrada de lo que anticipaban las encuestas, las cuales vaticinaban una victoria de Lula en esa ronda con más del 50% de los votos, mientras que Bolsonaro le daban entre el 35% y 40%.
“Vamos a ver una campaña por la segunda vuelta más polarizada, con más ataques y con más amenazas de Bolsonaro para desconocer los resultados si no le son favorables”, señaló el especialista en sociología política.
De acuerdo con Freire, la polarización la atizan los grupos de extrema derecha que apoyan a Bolsonaro “con ideas fascistas y con un ejercicio del poder muy autoritario”.
De hecho, el sociólogo consideró que “aquí no hay dos grupos, uno de izquierda y otro de ultraderecha, que se atacan, lo que hay es un grupo, el de Bolsonaro, intentando anular al otro”.
Para el politólogo Alberto Carlos Almeida, los resultados electorales de este domingo indican que la derecha “está mucho más fuerte” de lo que mostraban las encuestas.
Al votar esta mañana en Río de Janeiro, Bolsonaro, de 67 años, dijo a periodistas que la elección presidencial se decidirá en la primera vuelta de este domingo y afirmó que “si son elecciones limpias, no hay problema, que gane el mejor”.
Pero, de acuerdo con Freire, en la segunda vuelta “será muy reñida y, por tanto, crece la posibilidad de que Bolsonaro siga atacando al sistema electoral con afirmaciones infundadas”. Así, agregó el sociólogo, “dejará abierto el terreno para impugnar la elección en caso de que pierda (la segunda vuelta”.
El presidente del Tribunal Superior Electoral, Alexandre de Moraes, dijo que las elecciones se desarrollaron con limpieza, transparencia, seguridad y tranquilidad en todo el territorio, aunque con “interferencias” aisladas que no afectaron el proceso.
Más de 156 millones de votantes brasileños estaban habilitados para participar en los comicios de este domingo, en los cuales se eligen, además de presidente, gobernadores de los 27 estados, 21 senadores y 513 diputados federales. Para la elección se instalaron unas 577 mil urnas electrónicas.