By El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) confirmó por unanimidad la elección de Américo Villarreal Anaya como gobernador de Tamaulipas, con lo que el próximo sábado podrá tomar protesta del cargo.
Durante la sesión de la Sala Superior, los magistrados coincidieron que no se acreditaron los vínculos del senador con licencia con el crimen organizado, el financiamiento ilícito de su campaña y la supuesta violencia generalizada y presión de la delincuencia para que los pobladores votaran a su favor.
La razón principal, contenida en la sentencia del juicio electoral 101, es porque el PAN buscó la nulidad de la elección con la presentación de supuestas pruebas, que fueron desechadas por el tribunal, debido a que se trató de columnas periodísticas, reportes de prensa y publicaciones de redes sociales.
Al respecto, la magistrada Janine Otálora señaló que se trató de “narrativas construidas a través de rumores y posturas políticas; la mayor parte de las pruebas son notas periodísticas, con las que se pretende anular la elección por vínculos con el crimen”.
Abundó que Acción Nacional “no aportó elementos mínimos para construir una narrativa coherente que sus alegatos tuvieron un impacto en la elección de Américo Villarreal”.
Una de las principales pruebas, presentada por el PAN y desechada, es una columna de Héctor de Mauleón, en la que se señala al gobernador electo de Tamaulipas por tener vínculos del crimen organizado y con supuestos huachicoleros como los hermanos Carmona Angulo, cuya fuente eran supuestos documentos del gobierno de Estados Unidos; sin embargo, los magistrados indicaron que el embajador Ken Salazar desmintió esa información y el autor de la información pidió disculpas, con lo que esa información resultó falsa.
Para el magistrado Felipe Alfredo Fuentes, los “videos y notas son insuficientes porque no permiten concluir que haya intervención del crimen y solo existen elementos probatorios sin sustento, aislados”.
Las únicas violaciones a la ley que halló el tribunal en esa elección fueron dos discursos, de Marcelo Ebrard, y una alcaldesa de Díaz Ordaz, Tamaulipas, que transgredieron la neutralidad del proceso electoral, pero no son suficientes para anular la elección.
