Apoyado en la IA, consigue crear una “imagen mental” de sí mismo
Ingenieros norteamericanos han desarrollado un robot que es consciente de sus movimientos y de su posición en el espacio. Es la primera vez que un robot logra crear una «imagen mental» de sí mismo, aunque todavía está muy lejos de una consciencia similar a la humana.
Unas semanas después de que un ingeniero senior de software de Google fuera despedido después de compartir las transcripciones de una conversación con una Inteligencia Artificial (IA), que afirmó ser «consciente», un equipo de investigadores norteamericanos informa que han desarrollado un robot autoconsciente.
Lo que han hecho el investigador de la Universidad de Duke en Carolina del Norte, Boyuan Chen, y sus colegas, es construir un brazo robótico que, según se afirma en un comunicado, es consciente de sus movimientos y de su posición en el espacio.
Los investigadores escriben en su artículo, publicado en Science Robotics, que el brazo robótico ha logrado así la «capacidad de imágenes tridimensionales» y la autoconsciencia. También sabe elegir sus movimientos de tal manera que no haya obstáculos en su camino.
Cámaras e IA
Para conseguir esta proeza, los investigadores entrenaron al robot usando cámaras que registraron sus movimientos. El material recogido por las cámaras fue procesado por la inteligencia artificial conectada al robot.
En tan solo unas horas, la inteligencia artificial fue capaz de predecir con mucha precisión en qué posición quedaría el robot después de ejecutar cualquier movimiento.
Los investigadores informan que el margen de error de la inteligencia artificial es solo del uno por ciento, lo que significa que, en un espacio de un metro de ancho, la inteligencia artificial coloca la posición de la mano del robot correctamente con una precisión de un centímetro.
Imagen mental de sí mismo
“Si la red neuronal se considera parte del robot, significa que el robot tiene la capacidad de saber dónde se encuentra físicamente en un momento dado”, destaca al respecto New Scientist.
El coautor del estudio, Hod Lipson, de la Universidad de Columbia en Nueva York, precisa que es la primera vez en la historia que un robot logra crear una «imagen mental» de sí mismo. «Es un pequeño paso, pero una señal de lo que vendrá», añade.
“En algún lugar de nuestro cerebro tenemos una noción de nosotros mismos, un modelo de nosotros mismos, que nos informa del volumen de nuestro entorno inmediato que ocupamos y cómo ese volumen cambia a medida que nos movemos”, explica Chen. “Quedaba por encontrar una manera de inculcar esta autoconsciencia en una máquina”, añade.
Bueno, muchas diferencias todavía
Tradicionalmente, a los robots se les ha enseñado a realizar una tarea concreta. Sin embargo, no realizan la tarea conscientemente, sino que siguen un algoritmo para lograr el resultado programado. Y fuera de su propia especialidad, a menudo son torpes.
Los seres humanos creamos con fluidez un modelo del entorno porque nuestros cerebros están constantemente descubriendo la posición que ocupamos en el espacio. En el caso del brazo robótico, esta capacidad de imagen espacial la proporciona el ordenador.
Sin embargo, los investigadores admiten que la capacidad de visualización espacial de la mano del robot es solo una pequeña parte de la consciencia general. Lipson estima que una consciencia «humana» más extensa aún está a 20-30 años de distancia para los robots.
Sí, pero…
Expertos familiarizados con la investigación y consultados por New Scientist son todavía más cautos: indican que no se puede decir todavía que la mano robótica sea realmente consciente de sí misma.
«Aquí hay potencial para un mayor desarrollo que podría conducir a aplicaciones útiles, pero no se trata de concienciación», dice Andrew Hunt, investigador del Instituto de Tecnología de Georgia, citado por la mencionada revista.
«Este ordenador simplemente combina patrones de forma y movimiento, que tienen la forma de un brazo robótico en movimiento», añade.
Gran paso
David Cameron, investigador de la Universidad de Sheffield, afirma por su parte que un robot que modele sus movimientos es un primer paso clave en el desarrollo de un robot que exhiba una consciencia real.
Sin embargo, señala que Chen y Lipson y sus colegas no demostrado en su artículo que la supuesta consciencia del robot se conserve en el nuevo entorno.
Si el robot hubiera sido llevado a una ubicación completamente nueva, donde tuviera que aprender constantemente sobre su entorno y determinar sus movimientos de acuerdo con nuevos obstáculos, ¿habría seguido funcionando de la manera descrita por los investigadores?, se pregunta Cameron.
Y concluye: «un robot que se modele continuamente a sí mismo sería el próximo gran paso en el desarrollo de la consciencia robótica».
Antecedentes
De todas formas, no es la primera vez que se habla de algo parecido. En 2019, investigadores de la Universidad de Columbia en la Ciudad de Nueva York (Estados Unidos), entre los que se encuentra también Hod Lipson, crearon un robot capaz de aprender descubrirse a sí mismo desde cero.
Esa autoconsciencia la consigue sin ningún conocimiento previo de física, geometría o dinámica motora. De alguna forma, podría decirse que el nuevo robot es un desarrollo de esa anterior idea.