Escáner inteligente para diagnosticar Alzheimer logra fiabilidad del 98%

Escáner inteligente para diagnosticar Alzheimer logra fiabilidad del 98%

Un escáner para diagnosticar Alzheimer de forma precoz, con un 98% de fiabilidad, podría marcar un antes y un después en la detección temprana de la enfermedad. La nueva tecnología combina maquinaria ampliamente disponible en hospitales con inteligencia artificial.

La enfermedad de Alzheimer no tiene cura, pero obtener un diagnóstico rápido en una fase temprana puede marcar una gran diferencia porque da acceso a tratamientos para controlar sus síntomas y planificar el futuro. También ayudará a los investigadores a comprender los cambios cerebrales que la desencadenan y a apoyar el desarrollo y los ensayos de nuevos tratamientos. El número de personas afectadas de Alzheimer, la forma más común de demencia, no para de crecer.

Esto es lo que promete una nueva tecnología con una fiabilidad del 98% desarrollada por investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido) que se basa en la inteligencia artificial y en el uso de maquinaria ampliamente disponible. La investigación, publicada en la revista Nature, utiliza tecnología de aprendizaje automático para observar las características estructurales del cerebro, incluso en regiones que no se habían asociado previamente con el Alzheimer.

La ventaja de la técnica es su sencillez y el hecho de que puede detectar la enfermedad en una fase temprana, cuando puede ser muy difícil de diagnosticar.

Aunque la mayoría de las personas la desarrolla después de los 65 años, las personas menores de esta edad también pueden enfermarse. Los síntomas más frecuentes de la demencia son la pérdida de memoria y las dificultades de pensamiento, resolución de problemas y lenguaje.

En la actualidad, los médicos usan pruebas cognitivas y de memoria y escáneres cerebrales para detectar Alzheimer. Los escáneres sirven para comprobar si hay depósitos de proteínas en el cerebro y si el hipocampo, la zona del cerebro vinculada a la memoria, se ha encogido. Todas estas pruebas pueden llevar varias semanas, tanto para organizarlas como para procesarlas.

Un escáner disponible en la mayoría de los hospitales para detectar Alzheimer

El nuevo método sólo requiere una de ellas: una resonancia magnética del cerebro que suele encontrarse en la mayoría de los hospitales.

Los investigadores adaptaron un algoritmo desarrollado para clasificar los tumores de cáncer y lo aplicaron al cerebro. En sus investigaciones, comprobaron que en el 98% de los casos, el sistema de aprendizaje automático basado en la resonancia magnética podía predecir con exactitud si el paciente tenía o no la enfermedad de Alzheimer.

También fue capaz de distinguir entre el Alzheimer en fase inicial y en fase avanzada con una precisión bastante alta: en el 79% de los pacientes.

Eric Aboagye, del Departamento de Cirugía y Cáncer del Imperial Royal College, director de la investigación, dijo: «En la actualidad, ningún otro método sencillo y ampliamente disponible puede predecir la enfermedad de Alzheimer con este nivel de precisión. Muchos de los pacientes que acuden a las clínicas de la memoria con la enfermedad de Alzheimer padecen también otras afecciones neurológicas, pero incluso dentro de este grupo nuestro sistema pudo distinguir a los pacientes que tenían Alzheimer de los que no”.

Este investigador señaló que » la espera de un diagnóstico puede ser una experiencia horrible para los pacientes y sus familias. Nuestro nuevo enfoque también podría identificar a los pacientes en fase temprana para los ensayos clínicos de nuevos tratamientos farmacológicos o cambios en el estilo de vida, algo que actualmente es muy difícil de hacer».

El nuevo sistema detectó cambios en zonas del cerebro que hasta ahora no se asociaban a la enfermedad de Alzheimer, como el cerebelo (la parte del cerebro que coordina y regula la actividad física). Esto abre nuevas vías de investigación en estas áreas y su relación con la enfermedad de Alzheimer.

El rompecabezas genético más preciso del Alzheimer

Las investigaciones alentadoras sobre esta enfermedad no paran de sucederse.

En abril se publicó el mayor estudio realizado hasta la fecha. La investigación descubrió 42 nuevos genes asociados a esta dolencia, dibujando el rompecabezas genético más preciso de la enfermedad, y aportando nuevas pruebas que relacionan la enfermedad con alteraciones del sistema inmunitario del cerebro.

El estudio, en el que se analizaron los genomas facilitados por clínicas de todo el mundo de más de 100,000 personas con Alzheimer y más de 600,000 personas sanas, identificó 75 genes vinculados a un mayor riesgo de padecer la enfermedad, entre ellos 42 que no habían sido relacionados anteriormente.

El número de personas con demencia crece

La cantidad de personas con demencia se triplicará en el mundo para el año 2050, algo que tendrá grandes repercusiones para la sociedad, a menos de que se tomen medidas drásticas para evitarlo, advirtió un estudio publicado a principios de año.

Esta enfermedad neurodegenerativa ya es la séptima causa de muerte en el mundo. Los investigadores del Instituto Nacional de Métricas de Salud y Evaluación de la Universidad de Washington concluyeron que los casos globales de demencia pasarán de 57 millones en la actualidad a un total de 153 millones en 2050.

En Estados Unidos la cifra ascenderá de poco más de 5 millones a 10.5 millones.

Como explicamos más abajo, factores relacionados con el estilo de vida como fumar, hacer ejercicio y la dieta influyen en el desarrollo del Alzheimer, y tomar acciones para enfrentarlos es una forma positiva de reducir el riesgo. Sin embargo entre el 60% y el 80% del riesgo de la enfermedad se basa en nuestra genéticarecuerda Julie Williams, directora del Instituto de Investigación sobre la Demencia del Reino Unido en la Universidad de Cardiff.

Pautas para reducir los riesgos

1.El entrenamiento con ejercicios aeróbicos puede disminuir el declive en la función cerebral, especialmente en pacientes con Alzheimer, sugieren estudios.

El ejercicio modifica la química del cerebro. Puede cambiar los neurotransmisores asociados con la depresión, la ansiedad y el estrés, así como los químicos asociados con el aprendizaje. Estos cambios pueden mejorar el estado de ánimo, la resistencia al estrés y las funciones del cerebro como la velocidad de procesamiento, la atención, la memoria a corto plazo y la flexibilidad cognitiva.

Hay que tener en cuenta que el tipo y la cantidad de ejercicio que se realiza debe adaptarse a medida que cumplimos años. 

2.Para la mayoría de las personas que padecen hipertensión no es ningún secreto que controlar su presión arterial es necesario para prevenir infartos y accidentes cerebrovasculares. Un descubrimiento más reciente es que también puede reducir el riesgo de sufrir Alzheimer.

Los estudios financiados por varias agencias del Instituto Nacional de Salud muestran que sí hay algo que las personas pueden hacer para aminorar el riesgo de padecer declive cognitivo, y no es un detalle menor si se toma en cuenta que más de 70 millones de personas son consideradas hipertensas en EEUU.

3.La OMS se refiere a la dieta mediterránea, con su énfasis en aceite de oliva, platos poco procesados a base principalmente de vegetales y poca carne, como muy beneficiosa para la salud del cerebro. Un creciente número de investigaciones vinculan la dieta mediterránea con un descenso en el riesgo de padecer la enfermedad de alzheimer.

Otro plan de alimentación que los científicos están explorando actualmente es la dieta MIND, una vuelta de tuerca al enfoque mediterráneo que prioriza aún más los alimentos que pueden ser importantes para la salud del cerebro, como las bayas y las verduras de hoja verde.

Una de las formas en que estas dietas pueden proteger el cerebro es que mejoran la salud cardiovascular. Como señalábamos más arriba, la reducción de la presión arterial se ha relacionado con un menor riesgo de padecer alzheimer.

4.Muchos adultos mayores caen en un aislamiento perjudicial para su salud física, mental y emocional. Compartir con otros en esta etapa de la vida no sólo se convierte en una puerta hacia el disfrute, sino también en una poderosa herramienta para mantenerse sano. Esa es la premisa de los estudios realizados por la reconocida psicóloga Susan Pinker que indica que mantener amistades es algo clave para la longevidad.

Existes pruebas que sugieren que las personas que participan en sus comunidades, a través de actividades en organizaciones locales o el voluntariado, podrían tener una mejor salud.

Por ejemplo, los adultos mayores que son voluntarios son menos propensos a tener presión arterial alta o enfermedad cardiovascular, se enfrentan a un menor riesgo de deterioro cognitivo e incluso pueden vivir más tiempo.

Además, formar conexiones sociales es crucial para combatir el aislamiento social y la soledad, un problema creciente especialmente entre los adultos mayores. Las personas que están aisladas socialmente pueden tener un mayor riesgo de muerte prematura y algunos han estimado que su impacto negativo podría ser una amenaza mayor para la salud pública que la obesidad.

5.Tener un propósito en la vida impulsado por un objetivo se asocia con una reducción del 30% en la demencia, independientemente de otros aspectos del bienestar, según un estudio de 2017. Socializar es una forma de mantener la mente comprometida, pero el compromiso puede adoptar muchas formas: cuidar a alguien, desempeñar un trabajo hasta pasada la jubilación o perseguir con constancia una afición.

Las investigaciones de Angelina Sutin, profesora de psicología de la Universidad Estatal de Florida sugieren que cultivar un sentido de propósito contribuye a la salud del cerebro independientemente de los ingresos, la riqueza o la educación.

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