Shanghái pone fin a dos meses de confinamiento obligatorio por el coronavirus

Shanghái pone fin a dos meses de confinamiento obligatorio por el coronavirus

“He sacado a pasear al perro y está muy emocionado, porque ha tardado mucho en salir a la calle”, dijo Melody Dong, quien vive en Shanghái, la ciudad más grande y capital económica de China, luego del anuncio de que se terminaba el confinamiento por coronavirus que duró dos meses.

Hubo festejos y celebraciones, atenuadas por el temor a un rebrote, en las calles de la ciudad de 25 millones de habitantes, informó Reuters.

“¡Se ha levantado la prohibición!”, gritaron a medianoche del 1 de junio algunos pequeños grupos reunidos en el antiguo barrio de la Concesión Francesa de la ciudad, mientras brindaban con champagne, indicó.

Señaló que los jubilados que bailan, una imagen nocturna habitual en las ciudades chinas, se pavonearon de nuevo, después de estos meses de prohibiciones, en las plazas al aire libre y a lo largo del río Huangpu.

Shanghai Disneyland, que aún no ha anunciado una fecha de reapertura, transmitió en directo un espectáculo de luces para “celebrar el levantamiento del confinamiento de Shanghai”, mencionó.

Bajo las luces de la calle, los peluqueros cortaron el pelo a los residentes que se habían quedado desgreñados bajo el confinamiento. En la red social WeChat los comercios anunciaron sus planes de reapertura, agregó.

El confinamiento de Shanghái llegó a simbolizar lo que, según los críticos, es la insostenibilidad de la adhesión de China a una política de cero contagios que pretende cortar toda cadena de infecciones, a cualquier precio, incluyendo la intención mundial de regresar a la normalidad a pesar de las continuas infecciones, apuntó.

La falta de una hoja de ruta para salir de un planteamiento que se ve cada vez más cuestionado por la variante ómicron, altamente contagiosa, sacudió a los inversionistas y frustró a las empresas, señaló.

Ahora, la mayoría de los habitantes de Shanghái, la ciudad más grande y cosmopolita de China, pueden salir libremente de casa, volver al trabajo, utilizar el transporte público y conducir sus coches, lo que hasta hace unos días parecía impensable. Las pruebas PCR se realizarán de manera periódica.

Por las calles de la ciudad se puede ver a la gente caminando, en bicicleta o en motocicleta y haciendo filas en los bancos. De manera paulatina, las áreas confinadas comienzan su reapertura.

La ciudad más poblada de China y una de las más habitadas del mundo, restauró por completo los servicios de autobús y metro, y las conexiones ferroviarias con el resto del país.

Las escuelas reabrirán parcialmente, mientras que los centros comerciales, supermercados, restaurantes y farmacias continuarán reabriendo gradualmente sin pasar el 70% de su capacidad total. Por su parte, los cines y los gimnasios permanecerán cerrados y aún habrá varias reglas a seguir.

La teniente de la alcaldía de Shanghái, Zong Ming, declaró ante los medios de comunicación que el fin del confinamiento se aplicará a unos 22 millones de personas y que la “ciudad entrará en la tercera fase del desconfinamiento con una vuelta completa, pero gradual, a la normalidad”, de acuerdo con France24.

Según la agencia estatal Xinhua, citada por la agencia EFE, Shanghái relajará las restricciones para entrar o salir de los edificios residenciales, así como el tráfico por carretera.

“Nadie debe imponer restricciones a los residentes para entrar o salir de los complejos residenciales, excepto aquellos en áreas de riesgo medio y alto o en áreas sujetas a limitación en la libertad de movimientos”, indicó el medio.

Para el gerente del departamento de negocios de la empresa de transporte Pudong Yanggao Bus Group, Chen Weim, su plan es abrir tanto como sea posible, y dejar que todos los empleados regresen y reanuden el trabajo.

China ha dicho que su enfoque contra el coronavirus, una política emblemática del presidente Xi Jinping, era necesario para salvar vidas y evitar que su sistema sanitario se viera desbordado. 

El número de casos de pacientes con covid-19 registrados el 31 de mayo fue de 31, en comparación al día 30, que fue de 68, y a los 27 mil contagios diarios reportados en abril.

“Un total de 189 casos en toda la ciudad fueron dados de alta del hospital después de la recuperación de ayer (lunes), y mil 733 casos asintomáticos fueron liberados de la observación médica centralizada, y volverán a sus lugares de residencia para un mayor seguimiento de su salud”, señaló el director de la Comisión Municipal de Salud de Shanghái, Wu Jinglei.

Las duras restricciones producto de la política de covid-19 cero le valieron a Shanghái una ola de críticas dentro y fuera del país, un año político delicado, en el que Xi Jinping está a punto de conseguir un tercer mandato de liderazgo.

Las restricciones por covid-19 en Shanghái y otras muchas ciudades chinas han afectado a la segunda mayor economía del mundo y han complicado las cadenas de suministro mundiales, indicó.

Su actividad portuaria obligó a casi el 50% de los trabajadores a dormir en su lugar de trabajo. Muchos residentes debieron confiar en las distribuciones alimentarias hechas por el gobierno a la población.

Para paliar la crisis, China anunció el 31 de mayo un nuevo paquete de 50 medidas fiscales, financieras, de inversión e industriales para reactivar la economía, que se suman a 21 anunciadas en marzo.

Según la prensa oficial, las medidas reducirán en unos 45 mil 111 millones de dólares la carga financiera de las empresas y otros actores del mercado, señaló France24.

Añadió que habrá reembolsos del Impuesto al Valor Agregado (IVA), aceleración en el gasto fiscal y la emisión de bonos especiales por parte de los gobiernos locales.

También reducirá los costos reales de endeudamiento y fortalecerá el apoyo financiero a infraestructuras y grandes proyectos, así como promover el “desarrollo saludable” de las empresas de plataformas que, se espera, desempeñen un papel en la estabilización de los puestos de trabajo.

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