La Fiscalía de Ucrania realizó este jueves las primeras imputaciones por los supuestos abusos perpetrados contra civiles en la ciudad de Bucha, a las afueras de Kiev, en concreto contra 10 militares rusos de una brigada premiada recientemente por el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El mandatario ruso concedió el título honorífico de ‘Guardia’ a la 64 Brigada de Infantería Motorizada de las Fuerzas Armadas rusas, acusada de matar a cientos de civiles en Bucha durante las semanas en que las tropas leales a Moscú controlaron la zona.
La Fiscalía consideró probado que miembros de esta unidad ejecutaban y torturaban a civiles, por ejemplo dejándolos de morir de hambre y sed o con ejecuciones simuladas. La fiscal general, Irina Venediktova, confirmó en su cuenta de Facebook que 10 de estos militares fueron acusados formalmente y difundió nombres y rostros de estos sospechosos para apelar a la colaboración.
Las tropas rusas abandonaron Bucha el 1 de abril y, desde entonces, se han recuperado más de 350 cadáveres, según autoridades locales. La mayoría de los cuerpos tenían heridas de bala y las imágenes de satélite demuestran que ya había cadáveres en las calles antes del repliegue.
Moscú, sin embargo, negó su responsabilidad en lo que tanto el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, como su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, han descrito como un «genocidio».