El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, explicó este miércoles que no se han producido acuerdos de ningún tipo en la propuesta que un día antes presentó el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, para evacuar a la población civil de la planta metalúrgica de Azovstal, en la asediada ciudad de Mariúpol.
«Esta cuestión fue presentada por el señor Guterres y tendrá que desarrollarse todavía más», pero por el momento «no ha habido acuerdos específicos en esta área», contó Peskov en una rueda de prensa, informa la agencia Interfax.
Las aclaraciones de Peskov se suceden después de que el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, trasladara tras el encuentro del secretario general de Naciones Unidas y el presidente ruso, Vladimir Putin que, «en principio», éste se habría mostrado de acuerdo con esta propuesta.
Guterres enfatizó tanto a Putin como al ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en un encuentro previo, en la necesidad de crear un corredor humanitario «seguro» y «efectivo» para evacuar a la población civil de Mariúpol, proponiendo la participación en el mismo de Naciones Unidas y el del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
«La ONU está lista para movilizar por completo sus capacidades logísticas, recursos humanos, junto con el CICR. La idea es que necesitamos trabajar juntos, junto con las fuerzas armadas de Rusia y Ucrania para que de una vez se resuelva el problema para siempre», expuso Guterres ante Putin.
En relación a ese encuentro, Peskov también confirmó la invitación que Putin hizo a Guterres y al resto de funcionarios de Naciones Unidas para conocer de primer mano la situación en la que se encuentran los soldados ucranianos apresados en Mariúpol, después de las denuncias de Kiev sobre el estado en el que se hallan.
«Sí, Putin le ofreció, si así lo deseaba, conocer las condiciones de detención de los prisioneros. Es posible. El presidente habló sobre este tema», ha contado.
Guterres llegó el lunes a Moscú para verse con Putin y Lavrov, antes de ponerse el martes rumbo a Kiev para mantener una reunión con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a quien no le ha gustado, y así lo ha hecho saber, que Rusia haya sido la primera etapa de su viaje en pleno conflicto armado.