WASHINGTON (apro).- Con 219 votos a favor y 206 en contra, y la reciprocidad en el Senado, la Cámara de Representantes del Congreso federal de Estados Unidos aprobó elevar a 480 mil millones de dólares el tope de la deuda del país, evitando la bancarrota gubernamental.
La norma, que con su firma convertirá en ley el presidente Joe Biden, es una medida presupuestal que caduca el próximo 3 de diciembre, pero permite al Capitolio negociar entre republicanos, demócratas y la Casa Blanca un presupuesto equilibrado.
El proceso legislativo proporciona fondos al gobierno federal para cumplir sus obligaciones de deuda, cuyo plazo de vencimiento estaba calendarizado para el 18 de octubre. Los 480 mil millones de dólares alcanzan para financiar cumplimientos presupuestales hasta el 3 de diciembre de este año.
Los demócratas liderados por Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, habían propuesto un presupuesto de largo plazo, sin embargo, la oposición republicana a proyectos de infraestructura y programas sociales de Biden amenazaba con boicotear el procedimiento de gastos y obligar a la bancarrota gubernamental.
El impasse legislativo se alcanzó cuando Pelosi y sus correligionarios se comprometieron a votar eventualmente otros proyectos de ley en materia de programas sociales, como permitir, en los lugares de empleo, tiempos para que mamás jóvenes puedan amamantar a sus hijos.
Los otros dos planes que permitieron la votación favorable del aumento al límite de la deuda son: evitar la exclusión de adultos mayores de solicitud de puestos de trabajo, y ampliar las protecciones y servicios para personas sobrevivientes de violencia doméstica.
Sigue pendiente el proyecto presupuestal que envió Biden en febrero pasado al Capitolio, en el que entre otros objetivos aborda el tema de la inversión en infraestructura, cambio climático, beneficios en educación, salubridad, jubilaciones y aumento de impuestos a los ricos.
La propuesta original de gastos de Biden para el año fiscal 2022, ya en curso, es de aproximadamente 3.5 billones de dólares, pero la oposición republicana al plan de la Casa Blanca pretende reducirlo en unos 2 billones de dólares.
El paquete aprobado por el Congreso, aunque es de corto plazo, no sólo evita el cierra del gobierno federal por falta de fondos, sino que permite a Biden y a los republicanos buscar alternativas para evitar que los republicanos interrumpan por razones políticas el funcionamiento federal, justo en plena recuperación económica a causa de la pandemia de covid-19.