BRUSELAS (EUROPA PRESS).- El Parlamento Europeo demandó este jueves a la Unión Europea que aplique sanciones a Cuba por violaciones de derechos humanos tras las multitudinarias protestas del pasado 11 de julio y puso en cuestión la estrategia europea de diálogo con La Habana.
En una resolución pactada por ‘populares’, liberales y conservadores, la Eurocámara ha reclamado restricciones a La Habana en el margen del régimen aprobado por la UE para atacar a las violaciones de Derechos Humanos. Igualmente, pide convocar con carácter de urgencia la comisión conjunta del Diálogo Político y de Cooperación para abordar estos casos. El texto ha sido aprobado con 426 votos a favor, 146 en contra y 115 abstenciones.
Tanto los eurodiputados del PSOE como los de Unidas Podemos se han expresado en contra de la resolución, sumando sus votos a los Verdes, si bien una parte importante del grupo socialdemócrata se ha abstenido.
La resolución es crítica con el Diálogo Político y de Cooperación establecido por la UE en 2016 y considera que está de facto roto por el acoso del régimen cubano a los activistas y disidentes, una situación que, según alertan, no deja de empeorar.
Rifirrafe por la respuesta de la UE
El debate sobre Cuba ha vuelto a evidenciar un choque entre los grupos de la Eurocámara, la resolución ha dejado un debate bronco que ha enfrentado a quienes reclaman una posición más dura de la UE y quienes defienden preservar el diálogo con La Habana, al entender que es el mejor instrumento para influir en la isla.
Por parte del PP, Leopoldo López Gil lamentó que durante los cinco años de vida el diálogo político, las autoridades cubanas «no se ha movido un ápice» en la apertura y la mejora de las libertades. «Nunca ha estado en la agenda cubana. No podemos seguir esta burla», señaló.
La eurodiputada liberal checa Dita Charanzova criticó la falta de respuesta de la UE ante la situación en Cuba tras la protestas registradas en verano. «¿Qué tiene que pasar para sancionar a quienes violan los Derechos Humanos?», se preguntó, para recalcar que «tiene que haber consecuencias» y abogar por «suspender» el acuerdo con Cuba y aplicar sanciones.
Soraya Rodríguez, de Ciudadanos, criticó «más 60 años de violaciones de derechos fundamentales» y lamentó que una parte de la Cámara evite condenar explícitamente al régimen cubano por la detención de activistas.
Del lado de los conservadores, el representante de Vox, Hermann Tertsch, apuntado a la «intolerable» posición del Alto Representante, Josep Borrell, tras las manifestaciones y ha pedido cancelar el acuerdo después de, a su juicio, quedar claro que La Habana «no tiene intención de cumplir nada».
En el lado opuesto, los socialdemócratas, que presentaron su propio texto con los verdes, han denunciado las detenciones y violaciones de Derechos en la isla, pero han defendido el diálogo como mejor instrumento para acompañar las reformas en Cuba.
A los eurodiputados de la derecha, el socialista Javi López les ha reclamado «coherencia y proporcionalidad», al recordar que otras protestas en Latinoamérica que se han saldado con más violencia no han sido objeto de debate en Bruselas. Esto mismo recordó la socialista portuguesa, Isabel Santos, quien ha criticado que la situación en Chile, Guatemala, Honduras o Brasil no lleguen al pleno porque la derecha «no admite estos debates».
El mayor punto de fricción ha llegado tras la intervención de eurodiputado de IU, Manu Pineda, que ha denunciado un «relato de ficción» de la derecha sobre la situación en Cuba. «Pareciera que estuvieran hablando de Colombia, Guatemala o Honduras», ha indicado, rechazando que haya torturas o ejecuciones en la isla.
Este discurso fue respondido con vehemencia por el democristiano alemán Helmut Geuking, que tachó de «increíble» su intervención y subrayó que hay asesinatos y torturas en la isla, además de 5 mil detenidos tras las manifestaciones. «Me altero porque no se puede decir esas cosas en nombre de Europa y de la libertad. No respaldamos a ningún dictador», dijo en una intervención que levantó aplausos.