Una tercera ola de Covid-19 generalizada en el mundo, aunque de impacto diferenciado en cada nación, se vislumbra a partir de los repuntes de casos y decesos, del retraso en los planes de desconfinamiento y del endurecimiento de las medidas restrictivas en lugares donde ya se habían suavizado. En gran medida, el escenario fue propiciado por la variante Delta del SARS-CoV-2.
África, por ejemplo, muy lejos del resto del mundo en la campaña de vacunación, vive una tercera ola que aumenta la presión sobre hospitales precarios que de por sí ya eran sometidos a duras pruebas.
Los casos han aumentado durante cinco semanas consecutivas en 12 países. A ese ritmo de infecciones, la ola en curso va a superar a la anterior, de julio.
“Es increíblemente preocupante. Con números de casos aumentando rápidamente y cada vez más informes de enfermos graves, la última oleada amenaza con ser la peor hasta ahora”, dijo la doctora Matshidiso Moeti, directora regional de la Organización Mundial de la Salud.
Con casi 5.3 millones de casos y 139 mil decesos, es el segundo continente menos afectado después de Oceanía.
En otro país de riesgo asiático, Indonesia, se batió
este domingo un nuevo récord de casos diarios, con más de 21 mil
infecciones, mientras los hospitales se inundan de pacientes en Yakarta y en otros puntos del país, el más afectado del sudeste asiático.
Hasta la fecha, el archipiélago ha registrado más de 2.1 millones de casos de coronavirus y 57 mil 138 muertes desde el inicio de la pandemia, aunque se cree que la cifra real es mucho mayor debido a la pobre detección.
Más hacia el norte, Moscú también registró su día más mortífero desde el comienzo de la pandemia del coronavirus, cuya variante Delta está provocando una expansión de restricciones en países como Tailandia, Malasia y Australia para contener los rebrotes de contagios.
La pandemia casi alcanza los 4 millones de muertes y rebasó los 180 millones de contagios. La vacunación ha permitido reducir el número de infecciones, aunque mayormente en países desarrollados.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
Mi trabajo… ya se evaporó: músico
La variante Delta del nuevo coronavirus provoca nuevos brotes en países del sureste asiático y en Australia, que parecía haber dejado atrás la pandemia con su política de cierre de fronteras y máxima prevención ante el virus.
Más de cinco millones de residentes de Sidney empezaban ayer dos semanas de confinamiento tras la detección de más de 110 casos del SARS-CoV-2 vinculados a la tripulación de un vuelo internacional.
Restaurantes, bares y cafés cerraron y los ciudadanos fueron llamados a quedarse en casa, lo que dejó el centro de la ciudad prácticamente desierto.
Mi trabajo se “evaporó de la noche a la mañana”, lamentaba Blain Cuneen, un músico de 27 años que vive de actuaciones, sesiones de estudio y clases.
Medidas similares se tomaron en países del sureste asiático, también expuestos a esta cepa que causó desolación entre abril y mayo en India.
CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS
Prueba AstraZeneca protección vs. variante
La Universidad de Oxford anunció este domingo que empezó a inyectar a voluntarios una vacuna desarrollada con el laboratorio AstraZeneca contra la variante Beta del coronavirus, detectada inicialmente en Sudáfrica.
La universidad británica y el laboratorio anglosueco esperan reunir a 2 mil 500 voluntarios en Reino Unido, Sudáfrica, Brasil y Polonia para desplegar las fases 2 y 3 de este ensayo clínico en humanos, cuyo prototipo utiliza la tecnología de vector viral.